Yentonces te das cuenta de que los sueños no coinciden con la realidad.

Todos soñamos con encontrar a nuestro príncipe azul, tener una historia de esas tan bonitas que no tienen fin,donde nada es imposible y el único limite es el infinito. Pero entonces te das cuenta de que los sueños no coinciden con la realidad, que las cosas no son tan perfectas como piensas, ves que los príncipes azules ya se han agotado, lo posible te suena grande y descubres que ese sentimiento llamado amor también duele.

Pequeños e insignificantes momentos que te hacen seguir adelante

Sabes esos momentos en los que te encantaría desaparecer así puf... como si nada. Sin que nadie se diera cuenta. Pero en cambio sigues adelante, con la cabeza bien alta porque empiezas a acordarte de aquellos momentos por los que merece la pena. Recuerdas esas tardes de verano tomándote un helado rápidamente para que no se deshaga, esos dolores de barriga porque una amiga te ha echo reír y no has podido parar, piensas en esas personas tan increíbles que te han apoyado en momentos malos, que han conseguido sacarte una sonrisa cuando te salía una lágrima y te sientes agradecida por tenerlas.
 Estos y otros muchos insignificantes momentos son los que te hacen grande, te hacen fuerte. Porque grande es aquel que sonríe pese a los problemas, es aquel que se sabe levantar cuando se cae. Simplemente es aquel que tiene esperanzas porque un día su sueño se haga realidad y eso es lo que le hace pensar que en esta vida nada es imposible.

Millones de personas en el mundo y a veces solo necesitas a una.

Hay certezas que sólo se presentan una vez en la vida. Si existe un sexto sentido o una intuición que te indique quién es la persona adecuada, quien  esa persona con la que compartir el resto de tu vida, yo  hacía tiempo que lo sabía.
Siempre he ido por detrás en todo. Todas las fases de mi vida he sentido que las alcanzaba más tarde que los demás. Todos menos esta. Mi amor que sentía por él era un amor maduro. yo sabía que lo quería para toda la vida. Hay quien tarde mucho tiempo en averiguar esto, y también hay quien nunca lo averigua.

Es extraño echar de menos algo que nunca ha sucedido

¿Sabes lo que más rabia me da?
Lo que más triste me parece es pensar en todos los besos que no nos vamos a dar, todas las caricias que no vamos a sentir y todas esas palabras y cosas bonitas que no nos vamos a decir.
Me pongo triste al pensar que he tenido esperanzas de que esto funcionara, que lo nuestro tuviera un final feliz como el de las películas con beso incluido.
¿Sabes? Mi único pensamiento eras tú, creía que podría estar junto a ti, podría abrazarte y no soltarte nunca y no parar de decirte te quiero.
Parece mentira, no sé es extraño. Es extraño echar de menos algo que nunca ha sucedido.
No entiendo porque sufro por ti, porque te echo de menos. No me entra en la cabeza estar llorando porque se que te estoy perdiendo. Lo siento pero no me sale una sonrisa y pensar que entre tu y yo lo único que va a ver es un espacio vacío. Mirarte a los ojos y saber que nunca vas a sentir lo mismo que yo siento por ti.
Pero lo que de verdad me duele es quererte y no sentirme con las suficientes fuerzas para odiarte y dejar de sentir esto que siento por ti.